20
Ene
2024

Convertir los viejos astilleros de Gijón en un gran parque empresarial de la economía azul.

La Nueva España. edición Gijón, del sábado 20 Enero 2024 publica un amplio reportaje sobre este interesante proyecto

La «reconquista» de Naval Gijón: así se convertirán los viejos
astilleros en un gran parque empresarial de la economía azul
«Se lo debíamos a El Natahoyo», reivindica Moriyón, sobre el
plan de recuperación de los astilleros, que serán «un gran
polo económico», según Pumariega
La Autoridad Portuaria, «satisfecha» con el pacto, accede a una
reducción «simbólica» de su tasación de 5,1 millones
La operación se aprobará en abril
Una «reconquista» de la zona Oeste para que El Natahoyo «vuelva a mirar al mar». Así definió ayer la alcaldesa Carmen Moriyón el flamante acuerdo con la Autoridad Portuaria para vender, por unos cinco millones de euros, sus terrenos de Naval Gijón –que poseen al 60 por ciento– para que el Ayuntamiento, como nuevo dueño mayoritario, inicie los trámites para convertir los viejos astilleros en un gran parque empresarial de la
economía azul. Será, a juicio de la vicealcaldesa, Ángela Pumariega, «el otro gran polo económico» de la ciudad junto al Parque Tecnológico. Y lo será, si todo va bien, dentro de no mucho: el gobierno se da ahora seis meses de margen para tramitar la compra –que financiará con remanentes y que espera formalizar en abril– y un año y medio para elaborar el plan especial, lo que permitirá que en dos años se comience a urbanizar el
ámbito. «Ya no hay marcha atrás», reafirmó la Alcaldesa, que señaló, tal y como había adelantado LA NUEVA ESPAÑA este mes, que el plan combinará el uso empresarial con espacios de ocio y hostelería en los bajos y primeras plantas de los futuros edificios.
El Puerto, por su parte, se mostró «satisfecho» con las negociaciones con el
Ayuntamiento, que espera cerrar «de forma favorable para todas las partes y, en, especial para la ciudad».
El plan, bautizado como «Naval Azul», se presentó ayer con una puesta de largo en el salón de actos del Acuario y con la presencia de casi todo el equipo de gobierno –solo faltaba el popular Jorge Pañeda, enfermo– y del edil no adscrito, Oliver Suárez, con quien ya se ha pactado el proyecto. Sobre el escenario Moriyón y Pumariega se repartieron los turnos de palabra para explicar a medias el plan. En las butacas, los
ediles foristas y populares decidieron sobre la marcha sentarse «mezclados» y no agrupados por partidos. «Hoy es un día especial para todos, porque creemos que lo será también para Gijón», señaló la Alcaldesa.
La presentación fue, en realidad, la confirmación de una intención ya conocida: pactar con la Autoridad Portuaria la compra de sus terrenos –algo más de 38.000 metros cuadrados, de los que 37.900 son edificables– para que el Ayuntamiento pueda liderar su reactivación. Finalmente, la última tasación que había hecho el Puerto, y que fijaba
en 5,1 millones el valor de su propiedad –un cálculo que ya supuso una rebaja respecto a tasaciones anteriores– volverá a actualizarse a la baja. «Será un gesto, no una rebaja sustancial. El Presidente de la Autoridad Portuaria, sin descuidar el interés del Puerto, entendió la importancia del éxito de esta operación», afirmó Moriyón.
El diseño de espacios «no implicará especulación de ningún tipo», en palabras de la Alcaldesa, porque el plan se «ceñirá» a la ficha urbanística del Plan General de Ordenación (PGO) aprobado en 2019 y que excluye los usos residenciales. En concreto, los 37.900 metros cuadrados edificables tienen, en un 80 por ciento (27.100 metros) un uso productivo, es decir, empresarial. Serán los 10.800 restantes los que puedan albergar otras actividades. De estos últimos, 5.700 metros tendrán usos complementarios, con las actividades hosteleras, hoteleras o de ocio que se proyectan en los bajos y primeras plantas. Los 5.100 metros restantes tendrán usos compatibles que, tal y como se incluye ya en la ficha, podrán ser peluquerías, gimnasios o centros de enseñanza no reglada. Las bases están claras para que el proyecto eche a andar en 2026..

También en paralelo, además, se han iniciado ya las negociaciones con Pymar, dueño del 40 por ciento restante de los terrenos. «Entendíamos que primero debíamos cerrar el ámbito mayoritario con la Autoridad Portuaria, pero ya hemos iniciado las conversaciones (con Pymar) y les hemos trasladado, de manera formal y presencial, el interés del Ayuntamiento por comprar su parte», anunció Moriyón, que aclaró: «Ahora empezará una operación, como hicimos con el Puerto, que pensamos que es mejor mantener en la mayor discreción posible». Tanta es la discreción que, por ahora, no se quiere hablar de números.
El planteamiento del gobierno local, por lo tanto, pasa por trabajar desde varios frentes.
Los dos años de trabajo más administrativo –tramitar la propia compra y el plan especial que liderará Urbanismo– se quiere compaginar con el resto de gestiones pendientes y eso impide, por ahora, poder dar una fecha estimativa de inicio de obras o puesta en marcha del propio equipamiento. «Queremos agilizar los trabajos todo lo posible», adelantó Pumariega, que sí pudo detallar que en ese inicio de contactos con posibles empresas interesadas existe una premisa de partida: que Gijón, aunque tenga
por ahora un proyecto solo sobre el papel, puede ya «venderse» al sector de la economía azul, porque cuenta con un «ecosistema de valor añadido» que ya sirve para llamar la atención. Citó como ejemplos la escuela de Marina Civil, el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) del Mar, el Oceanográfico, el Acuario y la Universidad de Oviedo, entre otros.
En cifras, Pumariega explicó que la economía azul ya factura alrededor de 770 millones de euros y que es responsable de 14.000 empleos (el 14 por ciento del total) en la ciudad. También, que supone 684 millones de aportación al valor agregado bruto y más de un 28 por ciento de los productos o servicios que se exportan. «Las cifras ya son considerables, pero pueden crecer exponencialmente. Estamos ante una oportunidad
única para Gijón», aseguró la Vicealcaldesa.